Querida Vida:

Gracias por mostrarme lo importante y lo que no tanto.

Gracias por enseñarme que lo mejor de cada día es agradecer, por mostrarme que todo llega con un propósito.

Gracias por darme la oportunidad este año de poder creer en mis misma, mis capacidades y fortalezas, pero sobre todo mis debilidades.

Gracias por la posibilidad de reconocer durante este 2020, lo significativo de ser yo misma y la importancia del silencio en ese proceso.

Gracias por todos eso limites que me pusiste, porque de ellos aprendí a esperar, pedir y a dejar ir.

Gracias por mi familia, por mis seres amados que estamos todos unidos, bajo circunstancias diferente, pero juntos.

Gracias por la salud, por cada situación que viví durante este año y me recordó que esta solo en mi la responsabilidad de cómo vivir y sentirme sanada.

Gracias por recordarme que el perdón, es una llave universal.

¡Gracias mi amada Vida! Deseo que aún no te vayas, que aún tengo muchos sueños que realizar, personas que conocer, lugares que visitar, labores que compartir, experiencias que trascender y tantas, tantas cosas que descubrir…Sígueme mostrando este camino maravilloso de amor, paz y tantas alegrías.